Si quieres descubrir de qué manera puede afectar la exposición solar al incremento del cáncer de piel, sigue leyendo nuestro artículo. Encontrarás poderosas razones para no excederte con la exposición solar.

Las tendencias sociales que consideran la piel bronceada atractiva y saludable crean barreras para reducir la exposición dañina a la radiación UV. Los expertos opinan que la protección solar es clave para reducir el riesgo de padecer cáncer de piel en el futuro.

En muchas comunidades y grupos sociales las presiones sociales para cumplir con este estándar de belleza pueden ser muy fuertes. Las mujeres en particular, suelen experimentar una mayor presión social para broncearse.

El bronceado es una reacción de defensa de la piel, que opone un filtro a la penetración de la radiación solar en forma de incremento de la melanina. Pero este filtro no tiene capacidad ilimitada.

La radiación solar se compone, entre otros, de rayos ultravioleta B (UVB) y ultravioleta A (UVA). La «quemadura solar» es causada principalmente por los rayos UVB. Los rayos UVA son responsables del envejecimiento prematuro de la piel.

Aunque la radiación UVB es el principal factor en el cáncer de piel, los rayos UVA desempeñan un papel importante en su aparición.

Tipos de protección solar

La protección solar ayuda a prevenir los efectos dañinos de la exposición al sol, incluidas las quemaduras solares, el cáncer de piel, el envejecimiento prematuro de la piel y el daño ocular.

Cuando se usan como parte de un enfoque integral, las estrategias bien adaptadas y enfocadas en el caso particular de cada individuo, pueden ser efectivas.

Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la OMS, la protección solar ideal implica varios comportamientos, incluidos:

  • Usar ropa protectora que cubra adecuadamente los brazos, el torso y las piernas.
  • Usar un sombrero para cubrir la cabeza.
  • Buscar la sombra siempre que sea posible.
  • Evitar las actividades al aire libre durante los períodos de máxima luz solar (como el mediodía).
  • Usar protección solar en la piel o fotoprotección con una barrera adecuada al fototipo de cada piel.

Por regla general, la exposición solar debería ser gradual evitando las horas de mayor radiación, entre las 12h y las 16h.

Fotoprotección solar contra el cáncer de piel

Los protectores solares comúnmente conocidos como “cremas solares” deben aplicarse a cualquier tipo de piel expuesta antes de salir a la calle.

Para una protección adecuada, el protector solar o fotoprotector debe tener un SPF mínimo de 15 o más. El SPF es la medida de cuánta radiación UV se requiere para producir una quemadura solar con filtro solar aplicado a la piel.

A medida que aumenta el SPF, aumenta la cantidad de protección. El protector solar también debe tener una protección de amplio espectro, lo que significa que protege contra la radiación UVA y UVB.

La fotoprotección solar es uno de los métodos más comunes de protección solar utilizados y que más ayuda a prevenir las quemaduras solares, reduce el riesgo de envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel o melanoma.

Los dermatólogos aconsejan que las personas con alta sensibilidad al sol o con fotosensibilidad debido a algún tipo de medicamento usen un factor de protección elevado frente a los rayos UVA-UVB de al menos un SPF50.

Tipos de fotoprotectores según su composición:

  • Físicos: Son cremas que gracias a las micro partículas que contienen crean una barrera en la piel que evita que los rayos del sol penetren. Actúan a modo de espejo reflejando la radiación solar.
  • Químicos: Este tipo de fotoprotectores absorben la radiación transformándola en no dañina.
  • Biológicos: Compuestos antioxidantes que contrarrestan los daños en las células de la piel gracias a las vitaminas A y E.
  • Mixtos: Se trata de filtros que combinan los anteriores, son los más completos.

Es muy importante usar correctamente los protectores solares para que no nos den una falsa sensación de protección: seguir las instrucciones de la etiqueta, usar suficiente cantidad, aplicar con la frecuencia requerida y usar el SPF adecuado a nuestro tipo de piel.

Se espera que las futuras evaluaciones científicas proporcionen más información sobre la seguridad a largo plazo del uso frecuente de protector solar en personas de todas las edades.